Nuncio Apostólico anima a los Obispos de Bolivia a ser portadores de esperanza en tiempos de desafíos
En un ambiente de fraternidad y comunión eclesial, el Nuncio Apostólico en Bolivia, Mons. Fermín Sosa, dirigió su saludo a los Obispos reunidos en la CXVII Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), que se celebra en la Casa Cardenal Clemente Maurer de la ciudad de Cochabamba.
Durante su intervención, el representante del Papa León XIV en Bolivia expresó su alegría por poder acompañar nuevamente a los pastores de la Iglesia, e invitó a todos a reflexionar sobre los acontecimientos que marcan la vida de la Iglesia y del pueblo boliviano.
El Nuncio felicitó al pueblo boliviano por el espíritu cívico y de madurez democrática demostrado en las recientes elecciones, destacando su capacidad de buscar caminos de “concordia, paz, unidad y bien común”, más allá de los intereses personales o partidarios. Asimismo, transmitió las felicitaciones del Santo Padre al nuevo gobierno nacional, asegurando sus oraciones para que ejerza con “sabiduría, prudencia y responsabilidad” la misión encomendada en favor del pueblo boliviano.
Dirigiéndose a los fieles católicos, el Nuncio los animó a “trabajar en unidad, aspirando siempre a cosas grandes”, y a aportar lo mejor de sí en la construcción de un país justo y solidario, con la mirada puesta en Cristo.
A los Obispos, los exhortó a ser modelos de santidad para sus comunidades, recordando que “la fe exige entrega, dinamismo, participación y pertenencia como hijos de Dios”. Inspirado en la reciente exhortación apostólica Dilexi te (Te he amado) del Papa León XVI, recordó que la verdadera santidad se vive en el compromiso con los pobres y en la erradicación de toda forma de exclusión, racismo o desigualdad.
Mons. Sosa subrayó además la importancia de la educación como parte esencial de la evangelización, señalando que “la educación no es una actividad accesoria, sino el tejido mismo de la evangelización”, citando al Papa León XVI en su carta apostólica Diseñar nuevos mapas de esperanza. En este sentido, animó a la Iglesia boliviana a fortalecer su presencia en el ámbito educativo, especialmente entre los jóvenes y las familias, “que muchas veces se sienten desarmadas ante las ideologías del mundo actual”.
Finalmente, exhortó a los Obispos a vivir su ministerio con identidad, pertenencia y santidad, siendo testimonio de unidad en la Iglesia y en la sociedad. “Que María Santísima, en su advocación de Copacabana, bendiga abundantemente su ministerio. Dios los bendiga”, concluyó el Nuncio Apostólico.

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