“La esperanza no defrauda”: Mons. Óscar Aparicio anima a los agentes pastorales de la Vicaría San José a vivir el Jubileo como peregrinos de la fe
En un ambiente de profunda alegría y comunión, los agentes pastorales de la Vicaría San José realizaron su peregrinación hacia la Puerta Santa de la Catedral Metropolitana San Sebastián, culminando con la celebración de la Eucaristía presidida por Mons. Óscar Aparicio, Arzobispo de Cochabamba.
En su homilía, Mons. Aparicio expresó un saludo fraterno a todos los servidores pastorales, catequistas, sacerdotes, diáconos, religiosas y laicos comprometidos y destacó el profundo significado de esta experiencia: “El hecho de haber salido de cada parroquia como peregrinos, llegando juntos a esta casa madre, da un sentido muy profundo a nuestro camino: queremos ser peregrinos que avanzan paso a paso, juntos, sinodalmente”.
El Jubileo: memoria, camino y esperanza
El Arzobispo recordó que esta peregrinación se vive al finalizar el Año Jubilar de la Esperanza, pero subrayó que el camino no termina aquí: “Estamos al final del año jubilar, pero el camino continúa. El peregrino siempre está en marcha”.
Recordó también el Jubileo del año 2000, que interrogó al mundo entero sobre la fe de los cristianos: “Aquellos millones que preguntaban ‘¿en qué crees?’, hoy reciben nuestra respuesta: fundamentamos la fe en la esperanza. Como dice Romanos 5,5: la esperanza no defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestros corazones”.
La razón de nuestra esperanza
Mons. Aparicio destacó que la Iglesia tiene la misión de anunciar al mundo el amor fiel y permanente de Dios: “Hermanos, si algo hemos experimentado a lo largo de nuestras vidas es que Dios no abandona. Su amor es tan profundo que da un sentido nuevo a nuestra historia”.
Dirigiéndose a los agentes pastorales, les invitó a anunciar esta esperanza en el propio territorio de la Vicaría San José: “La mayoría de la gente es buena, noble, y está en nuestras parroquias y familias. Pero necesitan escuchar la razón de nuestra esperanza: que Jesús nos ama, que Jesús nos salva, que ha dado la vida entera por nosotros”.
Caminar hacia la gloria de Dios
El Arzobispo habló con claridad sobre el sentido último de la vida y el destino del cristiano: “Nuestro camino no termina en una tumba. No somos cadáveres sin sentido. Caminamos hacia la gloria de Dios, hacia su corazón, hacia la vida plena que Él nos promete”.
Recordó que los jubileos marcan el rumbo espiritual del Pueblo de Dios: “Caminamos del Jubileo 2025 hacia el Jubileo 2050. No sé si todos estaremos aquí en esta tierra, pero sí sé que estamos llamados a llegar al Jubileo eterno con el Señor”.
Un mensaje de ánimo y misión
Finalmente, Mons. Aparicio animó a todos los agentes pastorales a continuar su misión con alegría y firmeza: “Hermanos, ánimo. Si no nos vemos en el Jubileo del 2050 aquí en la tierra, nos veremos en el Jubileo con el Señor. Nuestra esperanza está en habitar en su gloria”.
Asimismo, hizo un llamado a recordar continuamente la obra de Dios en la propia vida: “El Señor te ha creado, te ha amado desde sus entrañas, ha caminado contigo y te recibirá en su corazón”.
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