P. Julio Velasco invita a vivir la gratitud y la esperanza al concluir la peregrinación hacia la Puerta Santa
Al finalizar la Eucaristía de la peregrinación de los agentes pastorales de la Vicaría San José hacia la Puerta Santa de la Catedral Metropolitana, el P. Julio Velasco, vicario foráneo de la vicaría, dirigió unas palabras de reflexión y agradecimiento que resonaron profundamente en los presentes.
El sacerdote comenzó compartiendo cómo la homilía de Mons. Óscar Aparicio lo llevó a meditar en la brevedad de la vida, recordando que “la existencia humana es como un chispazo que se enciende y se apaga, mientras todo continúa”.
En este contexto, recordó los jubileos que marcan la historia reciente de la Iglesia: “Hace 25 años vivimos un jubileo; dentro de 25 años será el del 2050. Qué alegría y qué esperanza la de reconocernos como peregrinos en esta vida y reencontrarnos, si Dios quiere, en ese próximo jubileo”.
El P. Velasco expresó su profunda alegría de vivir el Año Jubilar de la Esperanza, subrayando la gracia de poder recibir la indulgencia plenaria al atravesar la Puerta Santa: “Gozar de salud física y espiritual, y tener la oportunidad de recibir este regalo tan grande de Dios y de la Iglesia, es motivo de inmensa gratitud”.
Recordó además la escena evangélica del leproso agradecido, que volvió a glorificar a Dios tras ser sanado por Jesús, destacando que el Señor “ensalza al agradecido y exhorta al malagradecido”.
A partir de esta enseñanza, invitó a todos los fieles a cultivar un corazón agradecido: “Es de bien nacidos ser agradecidos. Y hoy estamos llamados a agradecer este don del jubileo y la indulgencia que hemos venido a buscar”.
En nombre de toda la Vicaría San José, el vicario foráneo expresó un especial reconocimiento a los sacerdotes y comunidades parroquiales que se hicieron presentes, afirmando que el sentimiento común en este día era “agradecer por este regalo que nos hace Dios”.
La celebración concluyó en un ambiente de fe, alegría y comunión, con el compromiso de seguir caminando juntos como peregrinos de esperanza.
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