En una reflexión inspirada en la reciente exhortación apostólica Dilexi Te (“Yo te he amado”) del Papa León XIV, el Obispo Presidente de la Pastoral Social Cáritas Bolivia, Monseñor Carlos Galeote, destacó el profundo valor espiritual y pastoral de este documento, que llama a la Iglesia a renovar su amor y compromiso con los más pobres y necesitados.
“El Papa nos recuerda que la pobreza no es solo material, sino también espiritual. Hay muchas formas de pobreza que necesitan ser atendidas con el amor de Cristo. La verdadera riqueza está en poner el corazón en Dios y en servir a los hermanos”, afirmó Monseñor Galeote, en el marco del Encuentro nacional de Directores de Pastoral Social Caritas de las distintas jurisdicciones eclesiásticas del país.
El prelado explicó que Dilexi Te es una exhortación que continúa la línea de reflexión social impulsada por los pontífices anteriores, especialmente el Papa Francisco y Benedicto XVI, pero con un acento propio del actual pontificado.
“El Papa León nos invita a redescubrir el amor como caricia, un amor que se hace gesto concreto hacia los más necesitados. Desde los primeros tiempos de la Iglesia, los pobres han sido su tesoro, como lo expresó el diácono San Lorenzo: ellos son la riqueza de la Iglesia”, recordó.
Monseñor Galeote subrayó que la exhortación también revisa la historia de la acción caritativa de la Iglesia, desde los hospitales de peregrinos y la redención de cautivos, hasta el compromiso actual en los campos de la salud, la educación y la asistencia social, donde Cáritas continúa siendo un signo de esperanza y servicio.
“Esta exhortación es una fuente de inspiración para toda la familia de Cáritas. Nos impulsa a seguir actuando con compasión y justicia, siendo una Iglesia que no se desentiende de los que sufren, sino que camina con ellos”, señaló.
En el marco del Jubileo de la Esperanza 2025, Monseñor Galeote recordó que la Cáritas de América Latina y el Caribe celebra 70 años de servicio pastoral, mientras que Cáritas Bolivia se prepara para conmemorar 67 años de trabajo solidario al servicio de los más vulnerables.
“Vivimos tiempos difíciles, con crisis económicas y sociales, pero también con la certeza de que todos somos responsables de todos. Esta exhortación nos invita a renovar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro compromiso por un mundo más fraterno”, concluyó.

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