P. Manuel Hurtado, Presidente de la Facultad de Teología San Pablo
El Jubileo 2025 nos invita a
redescubrir una verdad profunda: el cristiano es, por esencia, un peregrino.
La Sagrada Escritura nos recuerda
que “no tenemos aquí ciudad permanente, sino que vamos en busca de la futura”
(Hb 13,14). Esto significa que nuestra vida no se agota en lo que poseemos o
logramos, sino que caminamos hacia una plenitud mayor: la comunión definitiva
con Dios.
El Jubileo nos anima a caminar juntos. Nadie peregrina solo. La fe nos convierte en compañeros de ruta, solidarios y responsables unos de otros. En cada hermano descubrimos un compañero de viaje que nos recuerda que la meta vale la pena.
Por eso, la identidad del cristiano como peregrino nos da humildad para reconocer que siempre estamos en camino, esperanza para seguir avanzando, y confianza en que Dios nos conduce.
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