Agentes pastorales de Pastoral penitenciaria participaron de una misa de envió el pasado sábado 20 de septiembre. La misma se realizó en la catedral San Sebastián de Cochabamba y fue presidida por la primera autoridad de la Iglesia de Cochabamba, Mons. Oscar Aparicio.
… sino diríamos un agente de pastoral que
anuncia, que anuncia el Evangelio, que anuncia a Jesucristo nuestro Señor,
ciertamente en un contexto muy concreto y muy claro. Doy gracias también a Dios
y a ustedes por esta iniciativa de no sólo pensar en un momento concreto de
espiritualidad, de acción de gracias, un momento particular también de alguna
manera así de envío a lo que sea la misión propiamente de la Iglesia y
específicamente a los privados de libertad… tiene un sentido muy hermoso, el
hecho de que desde aquí se pueda hacer de alguna manera este envío subrayando
como dice la palabra de Dios, el mostrar la misericordia, el amor y aquello
fundamental que es del ser humano que somos libres en el Señor, resaltó el
Arzobispo durante la alocución de su homilía.
… Vean que Nuestra Señora de la Merced tiene
esta particularidad, sabemos todos que nace de esta espiritualidad, nace una
orden religiosa y es impactante su forma también de realizar el Evangelio.
Sabemos que muchos de estos van al lugar donde existen los cautivos,
prisioneros, en muchos casos prisioneros de guerra y que toman propiamente el
puesto de aquel prisionero para que este otro pueda gozar de la libertad, ser
liberado, toman el puesto de aquel que ha sido cautivo, explicó.
… en realidad esto se hace o por amor o por el
mandato de Jesús mismo que queremos asemejarnos justamente a la pasión de
Jesucristo, sino no tiene sentido, ni es posible hacerlo en la perseverancia,
en el hecho de constantemente estar cercanos a aquellos que de verdad lo
necesitan, es creo de verdad muy importante, dijo a los agentes de pastoral
penitenciara.
Mons. Oscar destacó durante su homilía el
mensaje que dio el Papa Francisco en Palmasola. … frente a tantos privados de
libertad, y a nombre de estos que están allí, de todos los que tienen esta
privación de libertad en Bolivia, él decía una cosa primero, reconocer que es
un pecador, pero es un pecador perdonado por Dios, alcanzado por el amor y la
misericordia de Dios, perdonado por Él. Y segundo aspecto que hablaba, que pese
a haber barrotes o haber cárceles en este lugar, en realidad lo que Dios da es
la libertad a todo ser humano, dijo.
Por tanto, hermanos, ¿qué es lo que ustedes
llevan? ¿Qué es lo que ustedes son? Se dan cuenta que no sólo es el voluntario,
sino otro Cristo, otro Cristo, otro que vive el Espíritu de Dios, otro que, en
su imagen, en su ser, porta el Espíritu de Dios y anuncia a los demás. Y aquí
no se trata de entonces también tener una compasión sólo de nombre. Se trata
justamente el hecho de poder participar de este sufrimiento del ser humano, señaló.
Se trata de conmoverse como Dios se conmueve.
Se trata de Jesucristo que camina también por los gentíos, donde hace falta
este Espíritu, sobre todo, de libertad. Vean, queridos hermanos, entonces,
deben estar de verdad gozosos y contentos porque ese es el mismo Espíritu del
Señor que habita en ustedes. He escuchado esta palabra y esta palabra me invita
a ser otro Cristo, otro anunciador de este Evangelio, de esta buena noticia.
Soy alguien que, no sólo agente de pastoral, sino que otro Cristo, o más bien
Cristo que tiene que hacerse presente no sólo en la vida de ustedes, sino
también en todos aquellos que ustedes anuncian a los demás. Queridos hermanos,
felicidades entonces, dijo a los presentes.
Y casi tomando y parafraseando las palabras
del Papa Francisco, les hace aquellos perdonados de Dios, aquellos amados de
Dios, que deben transmitir también a los demás este ser perdonados, amados y
libres en el Señor. Sabemos que la situación es caótica en muchas situaciones,
¿no es cierto? Me llama a mí, por ejemplo, la atención, como aquí también
nuestros hermanos que tienen la vigilancia de aquello, el hacinamiento en los
lugares donde aquí en Cochabamba en concreto existe. El sufrimiento concreto de
tantos, podíamos decir así, por lo menos que no se ha probado la culpabilidad, señaló
Mons. Oscar refiriéndose a la situación de las cárceles hoy en día.
¿Cuántos preventivos que han sido privados de
libertad? ¿Cuántos años? Y se repite a veces, ¿cuántos inocentes? Que sufren
consecuencias de una mala administración también o de la justicia o de la
maldad de los hombres. Que sea el Señor entonces que a ustedes les dé este
espíritu de fortaleza que les ayude grandemente a ser estos anunciadores. Y si
en la medida de lo posible también se podrá ayudar en lo concreto, no sólo
llevando un pan, no sólo llevando alguna o absorbiendo alguna, destacó.
Al finalizar la celebración la Pastoral
penitenciaria entrego un chaleco a todos sus agentes de Pastoral.
Comentarios
Publicar un comentario