En su mensaje de Navidad 2025, monseñor Óscar Aparicio, arzobispo de Cochabamba, dirigió a los fieles una profunda reflexión centrada en la luz de Cristo, que ilumina la vida personal, familiar y social, y renueva la esperanza en medio de las dificultades del tiempo presente.
El Arzobispo señaló que la Navidad nos recuerda que somos un pueblo que busca la luz y camina hacia la luz, como los pastores de Belén y como la Iglesia de corazón sencillo, que puede decir con fe: “Hemos visto la luz y hemos venido a adorarla”. Esta luz, afirmó, no es otra que Cristo, nacido para salvar y acompañar a la humanidad.
Mons. Aparicio reconoció que el contexto actual está marcado por múltiples desafíos del cotidiano, propios de un año que concluye entre preocupaciones, tensiones y realidades complejas. Sin embargo, subrayó que precisamente en este escenario se renueva el anuncio central de la Navidad: Dios viene a estar con nosotros.
“El Señor viene a caminar con nosotros, a cuidarnos y a atender todo aquello que significa salvar”, expresó, recordando que la salvación de Dios alcanza tanto las grandes problemáticas como las realidades pequeñas y concretas de la vida diaria. Nada queda fuera de su amor y de su misericordia.
Finalmente, el Arzobispo elevó un deseo especial para todas las familias y comunidades: que el Niño Dios traiga paz, prospere la vida de los pueblos y, sobre todo, fortalezca el amor y la esperanza, para que cada persona pueda enfrentar con fe y confianza los desafíos del nuevo año.
Este mensaje navideño es una invitación a acoger a Cristo como luz que no se apaga, fuente de esperanza y fundamento de una vida renovada en el amor de Dios.
.jpg)
Comentarios
Publicar un comentario