Arzobispo de Cochabamba anima a vivir la Navidad más allá del consumismo y de alegrías superficiales
En el marco del cuarto domingo de Adviento, Mons. Óscar Aparicio, Arzobispo de Cochabamba, exhortó a los fieles a vivir este tiempo litúrgico como un camino de espera, contemplación y apertura al Dios que se hace presente en la historia humana.
Durante su homilía, el Arzobispo recordó que el Adviento no es solo un tiempo de preparación externa para la Navidad, sino una oportunidad espiritual para reconocer la acción de Dios en la vida cotidiana, en la familia, en la comunidad y en los acontecimientos que marcan la realidad social. “Dios viene, Dios se acerca, Dios se hace historia y camina con nosotros”, afirmó.
Un Dios que actúa en medio de la fragilidad humana
Al reflexionar sobre la primera lectura, Mons. Aparicio destacó la figura del rey Ajaz, quien, ante la crisis y la amenaza, prefirió confiar únicamente en las fuerzas humanas antes que en la ayuda de Dios. Sin embargo, subrayó que Dios no abandona a su pueblo y ofrece una señal de esperanza: el Emmanuel, “Dios con nosotros”.
“El Mesías no se presenta con poder político ni con grandeza humana, sino en la sencillez de un niño que viene a salvar”, explicó, señalando que esta forma de actuar de Dios sigue interpelando hoy a los creyentes.
Jesús, el Mesías que salva y consuela
El Arzobispo también hizo referencia al Evangelio, donde Juan Bautista, desde la cárcel, pregunta si Jesús es realmente el Mesías esperado. La respuesta de Jesús —los ciegos ven, los enfermos sanan y la buena noticia llega a los pobres— revela, según Mons. Aparicio, el verdadero rostro del Salvador: cercano a los que sufren, solidario con los pobres y portador de una esperanza profunda.
“No se trata de una alegría pasajera, sino del gozo sereno que nace de sabernos amados y salvados por Dios”, afirmó.
José, ejemplo de fe y obediencia
En su mensaje, el Arzobispo presentó a San José como modelo de fe obediente y confiada. A diferencia de Ajaz, José escucha a Dios, supera el miedo y acepta su voluntad, permitiendo que el plan de salvación se haga realidad.
“El ‘no temas’ que recibe José es también para nosotros hoy”, señaló Mons. Aparicio, invitando a los fieles a abrir el corazón para que Jesús nazca verdaderamente en la vida personal, familiar y social.
Una Navidad con sentido profundo
Finalmente, el Arzobispo animó a vivir la Navidad más allá del consumismo y de las alegrías superficiales, acogiendo al Emmanuel como fuente de paz, esperanza y compromiso solidario, especialmente en medio de las dificultades y desafíos actuales.
“Que esta Navidad sea la celebración auténtica del Dios que está con nosotros y que nunca nos abandona”, concluyó.

Comentarios
Publicar un comentario