En la Catedral Metropolitana, este domingo 1 de diciembre, el arzobispo de Cochabamba, Monseñor Óscar Omar Aparicio Cárdenas, presidió la Eucaristía del Primer Domingo de Adviento, dando inicio al nuevo año litúrgico y invitando a la comunidad a vivir este tiempo como un camino espiritual de esperanza, conversión y vigilancia.
Durante su homilía, el Arzobispo recordó que el Adviento es el tiempo de la venida del Señor, preparación para la Navidad y anticipación de su segunda venida. “Hemos gritado: Ven, Señor Jesús, y esperamos que esta venida sea provechosa y pronta para nosotros”, expresó.
Dirigiéndose especialmente a los miembros de la Legión de María, que peregrinaron este día a la Catedral para celebrar su jubileo, Mons. Aparicio destacó que la Iglesia está siempre en camino: “Ser peregrinos de esperanza es lo que debe animarnos en Cochabamba. No nos detenemos; iniciamos un nuevo año litúrgico reafirmando que estamos en constante camino hacia el Señor.”
El prelado enfatizó la importancia de la vigilancia cristiana, inspirándose en el Evangelio de Mateo que acompañará a la Iglesia durante este ciclo litúrgico. “No saben el día ni la hora. El Señor viene. Estén vigilantes y atentos”, exhortó.
En este sentido, recordó también a los miles de jóvenes que reciben la Confirmación en estas semanas: “Al ser ungidos con el Santo Crisma, se les recuerda que deben estar despiertos, alertas. Son hombres y mujeres del Espíritu Santo; no pueden dormirse ni apartarse de lo esencial.”
Mons. Aparicio invitó a los fieles a aprovechar el tiempo de Adviento como un período de conversión, gracia y renovación del corazón, para preparar el “pesebre interior” donde Cristo quiere nacer. Señaló que este camino espiritual debe extenderse a las familias, comunidades y a toda la diócesis.
Finalmente, el Arzobispo animó a vivir este tiempo con la mirada puesta en la gloria de Dios, destino final de todo peregrino cristiano: “Nos alegramos por el nacimiento del Señor y por aquello hacia donde caminamos: la gloria de Dios. Con fidelidad, conversión, alegría y paz sigamos avanzando como peregrinos de esperanza.”
Con este mensaje, la Iglesia cochabambina abre el tiempo de Adviento invitando a todos los fieles a vivirlo con fe profunda y renovada esperanza.
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