… Por eso creo que de verdad es bello también
pensar en muchas de ustedes, mujeres que atienden en este servicio, en los
hospitales, en los lechos de enfermos, en los lugares más a lo mejor también de
tanto dolor, pero que representan otra vez siempre a María. Es la Iglesia
presente, nuestra Señora de la Inmaculada Concepción o nuestra Señora de Lourdes,
que en realidad está presente en nuestra vida, de esta manera Mons. Oscar Aparicio
se refirió a las voluntarias de la Pastoral de salud, que hoy participaron de
una Eucaristía con motivo de celebrara la XXIII Jornada Mundial del Enfermo.
Vean que la vocación es un llamado fuerte a la
conversión, a tener la atención hacia los más necesitados, pero se necesita en
primer lugar, en primer lugar, se necesita tener esta conversión, estar
dispuestos a ceder, dispuestos a dejar otras cosas, dispuestos a tener atención
en lo prioritario, en lo fundamental, tener el servicio y el tiempo necesario
para que justamente aparezca este amor de Dios, la misericordia, el perdón de
Dios. Pero para eso necesitamos experimentar aquello. Por eso he llamado a la
conversión, está impregnada también de este servicio fundamental, destacó el
Arzobispo.
Que su apostolado, su servicio sea así, con
este entusiasmo, con esta pasión, con esta generosidad de la misma Virgen
María, aquella que dice sí a la obra de Dios. Porque se está haciendo
definitivamente esto. Se abre o se hace la obra de Dios en medio de un pueblo
sufriente, de un pueblo con falta de salud, de un pueblo necesitado. Y lo que
anunciamos, por tanto, es a María, es a Jesús. Lo que anunciamos es el reino de
Dios presente en este mundo. Lo que anunciamos, podríamos decir hoy, la
esperanza también, la feliz espera de estos hermanos puntualizó.
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