… ese sacrificio
de la Cruz está signado sacramentalmente en la Eucaristía, en la Santa Misa, y
por eso ofrecemos la Santa Misa por nuestros difuntos y por nosotros mismos,
porque cuando celebramos a los difuntos hacemos dos cosas bellas: La primera,
estamos orando por ellos, es una acción de misericordia, es uno de los actos de
misericordia de nuestra iglesia, orar por los difuntos. Pero también hacemos
otra cosa muy bella, nosotros también nos vamos preparando para nuestro
encuentro con el Señor Jesús, de esta manera explicó P. Juan Carlos Molina,
Coordinador del Equipo de Animación Sinodal de la Arquidiócesis el porque estos
días se ofrece misas por el alma de las personas que ya no están en este mundo.
En la Santa Misa,
cuando comulgamos recordamos las palabras de Jesús que nos dice, el que come mi
carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.
Entonces ese es el fundamento de la Fiesta de Todos los Santos y los Fieles
Difuntos; la oración y la celebración eucarística, pero pues por lo menos la
oración, orar por ellos. Es una celebración eminentemente comunitaria y eso le
da su carácter tan especial, especialmente en nuestro pueblo que es altamente
comunitario, nos hace unir más como personas, como amigos, como familiares, por
lo menos en un momento dado, orar por nuestros difuntos y por los difuntos de
otras familias, de nuestros amigos, en fin.
Entonces es una
manera de solidarizarnos unos con otros y también es una manera de ejercer la
solidaridad y la generosidad con los pobres. Recordemos que, a los cementerios,
por ejemplo, van muchos niños pobres a orar por los difuntos, entonces nos da
la oportunidad de compartir con ellos el pan, las masitas, las cosas que hemos
preparado, la comida, así sea por una vez en el año, pues somos solidarios con
ellos gracias a esta acción de la oración por los difuntos. Recordar también que,
en estos momentos, mucho más por las situaciones difíciles que estamos
viviendo, no conviene pues hacer gala de otras cosas, por ejemplo, excederse
con las bebidas, etcétera, porque es un momento de oración, es un momento de
fe, más que de una celebración como tal. Entonces no hay excusa, no hay motivo
para que uno pues quiera emborracharse, quiera hacer otras cosas distintas a lo
que nuestra fe católica nos pide, explico el sacerdote.
Aprovechemos
esta Fiesta para vivir un momento de solidaridad y oración
Ejercemos este
momento, especialmente el ofrecer nuestra oración por nuestros fieles difuntos,
el visitar los cementerios, hagamos lo posible por orar también por nuestra
patria, necesitamos esa oración ferviente de nuestra iglesia y al hablar de
nuestra iglesia no me refiero solamente a los padrecitos, a las monjitas, sino
a todo bautizado que conforma esta iglesia católica. Orar por nuestra patria,
vivir un momento de solidaridad con los pobres, recordar que, pues muchas
personas a causa de estas circunstancias que estamos viviendo están pasando muy
mal, es un momento para ejercer la solidaridad, la generosidad con ellos. Entonces
qué mejor que aprovechar estos momentos para unirnos también en oración por
nuestra patria, para ejercer la solidaridad y la generosidad con los pobres, y
pues que nuestros fieles difuntos, también aquellos que están en santidad,
interceden por nosotros, oran a Dios por nosotros, para que alcancemos todos
aquellos bienes que requerimos, para pasar por esta vida y pues un día llegar
también a la patria del cielo, resaltó Padre Juan Carlos Molina.
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