Entonces, es
importante que nosotros cuando veamos este Evangelio, que lo más importante
para Jesús, para seguir a Jesús, es saber despojarse, saber deshacernos de
aquellas cosas que nos llevan a esclavizarnos, dijo Mons. Iván Vargas, Obispo
Auxiliar de Cochabamba durante la alocución de su homilía hoy domingo 13 de
Octubre. ¿Y qué nos dice esto a nosotros? ¿Qué nos dice esto para nuestra
reflexión y para nuestra vida? Podemos pensar, quizás que estamos muy apegados
a nuestros egoísmos, personas egoístas, podría ser. ¿Cómo nos cuesta
despojarnos del egoísmo? O personas orgullosas, ¿Cómo nos cuesta despojarnos
del orgullo, de nuestra soberbia? Que en vez de llevarnos a una verdadera
libertad, nos llevan a una esclavitud, en querer aparentar, en querer creernos
más que los demás, reflexionó.
Y al finalizar el
Evangelio dice, les aseguro que el que se haya despojado, el que haya dejado
casa, hermanos, hermanas, padre, hijos, campos por mí y por la buena noticia,
desde ahora en adelante recibirá el ciento por uno, la vida eterna. Entonces,
hermanos, que este Dios de la vida nos ayude a cada uno de nosotros a saber
entender con sabiduría y con prudencia esta palabra de Dios, que aquellas cosas
donde está pegado nuestro corazón, no nos permite vivir en libertad y vivir en
esclavitud sólo nos lleva al sufrimiento y al dolor, finalizó.
HOMILÍA DE MONS.
IVÁN VARGAS
OBISPO AUXILIAR
DE COCHABAMBA
13 DE OCTUBRE DEL
2024
Lo más importante en la vida es Dios y no
las cosas materiales.
Entonces,
bienvenidos y que la Madre de Dios, la Madrecita la Virgen de Urcupiña, los
proteja con su manto y les conceda todos sus buenos deseos. ¿Qué nos dice hoy
la Palabra de Dios que hemos compartido? Vemos en esta primera lectura, en el
Libro de la Sabiduría, cómo el Rey Salomón dice, oré, es decir, me puse en
contacto, en comunicación con Dios, oré, recé, me puse en esa intimidad con
Dios, dice Salomón. Y en esa intimidad con Dios, en esa oración, pude descubrir
algo, dice Salomón, que me fue dada la prudencia, una virtud que le ayuda a
Salomón a saber actuar correctamente, a saber actuar con justicia, saber actuar
con equidad y a saber reconocer también que lo más importante en la vida es
Dios y no las cosas materiales.
Un Hombre prudente
Oré y descubrí la
prudencia, una virtud, que es importante que nosotros también aprendamos a
reconocer esta virtud, la prudencia que nos ayuda a saber discernir lo que es
bueno y lo que es malo, la prudencia que nos ayuda a poder ver nuestro
comportamiento. Un hombre prudente es un hombre que sabe callar, un hombre prudente
es una persona sencilla y humilde, un hombre prudente es aquel que se inclina
al bien, entonces la prudencia dice, descubierto la prudencia. Y todo esto, ser
prudente también es entrar en la sintonía con Dios, es entrar en la lógica con
Dios, es poder entender el lenguaje de Dios, un hombre prudente.
Un hombre
prudente es aquel que sabe respetar la dignidad del hombre, un hombre prudente
es aquel que sabe respetar la vida. Oré y es en la intimidad donde nosotros
podemos experimentar esta virtud, en la intimidad con Dios, nos dice este libro
de la sabiduría. Y sigue Salomón y dice, toda, preferí, la preferí, antes
preferí dice a los cetros, a los tronos, pero una vez que tuve la experiencia
de Dios, los cetros y los tronos no sirven, la plata es como una arena, el oro
es como la tierra.
Entonces vemos
aquí a un Salomón que ha sabido entender que en la vida no son siempre
necesarias las cosas materiales, sino también es importante saber fortalecer la
vida del espíritu, una vida espiritual que nos hace íntegros, una vida
espiritual que nos hace capaces de reconocer a Dios, que nos hace capaces de
entender el lenguaje de Dios y que nos ayuda a entrar en esa lógica de Dios. En
este salmo que hemos proclamado, el salmo 89, y la antífona dice, Señor sácianos
con tu amor, y lo hemos repetido, y ojalá que esta antífona que hemos repetido,
no sea una repetición de papagayos o de loros, algo nos tiene que decir esto.
Cuatro veces lo hemos repetido ahora en la celebración, sácianos con tu amor, llénanos,
hártanos, hártanos con tu amor, que tu amor nos llene, que tengamos esta
experiencia de tu amor, para que este amor experimentado en nuestra vida, nos
ayude a mirar con amor a los demás, y mirar con amor a los demás, es tener una
mirada compasiva, mirar con amor a los demás, es mirar, tener una mirada
misericordiosa, una mirada solidaria, una mirada de sensibilidad humana, una
mirada de discernimiento, una mirada de saber reconocer lo que es bueno y lo
que es malo, sácianos con tu amor Señor, permite que experimentemos tu amor en
nuestra vida, y esta experiencia del amor que también nos tiene que llevar al
perdón entre nosotros, quien sabe amar es capaz de perdonar, quien no sabe amar
jamás va a perdonar, un orgulloso, un soberbio, un prepotente, jamás tendrá en
sus labios el decir perdón me he equivocado, pero una persona sencilla y
humilde, una persona prudente, siempre tendrá en los labios esta palabra perdón
me he equivocado, perdón Señor, perdón hermano, me he equivocado, esa es la
experiencia del amor, eso es saciarse del amor de Dios, eso es el llenarse de
este amor de Dios, cuando nosotros compramos algún aparato electrónico, que
puede ser un celular, nos entregan el celular en la tienda, y qué es lo que
vemos en lo primero, las indicaciones, vemos ahí las indicaciones, nos dicen
este botón es para esto, este botón es para el otro, esto sirve para esto,
etcétera, las indicaciones.
Para ser un buen cristiano tenemos
indicaciones
Para tener una,
nosotros también, para tener una buena vida espiritual, para ser un buen
cristiano, para ser una persona buena y noble, también tenemos nuestras
indicaciones, nos dice la carta a los hebreos y es la Palabra de Dios, cada uno
de nosotros tenemos estas indicaciones, porque la palabra de Dios dice es viva
y es eficaz, que conduce nuestra vida por el camino de la luz, que conduce
nuestra vida por el camino de la verdad, quien entre en sintonía con la palabra
de Dios, es capaz de vivir en la luz y en la verdad, eso nos dice la carta a
los hebreos y estas dos lecturas de la sabiduría y la carta a los hebreos, nos
prepara para poder reflexionar al Evangelio.
¿Cuántos de
nosotros tenemos aspiraciones en la vida? Y estamos viendo también en toda la
coyuntura política, la coyuntura social, la coyuntura económica, estamos viendo
las aspiraciones. Una de las más grandes aspiraciones que vamos a estar viendo
en estos días, ya ayer veía por la televisión, ya son la vida eterna, la vida
eterna, es decir, ninguno de nosotros seguramente quiere ser condenado, o una
alma ahí vaga, etcétera, queremos de verdad, una vez terminada nuestra vida en
este mundo, participar de la gloria eterna del Padre, es decir, estar junto a
Dios, es una gran aspiración, esa es la vida eterna, que con la muerte no
termina nuestra vida, sino que la muerte es un paso a poder vivir la vida
eterna junto a Dios, es una aspiración.
Una de las
exigencias más grandes de Jesús es el despojo
Y le dice,
maestro bueno, ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna? ¿Qué debo hacer
para heredar la vida eterna? Y evidentemente, las exigencias de Jesús son
grandes, una de las exigencias más grandes que tiene Jesús es el despojo,
despojarte, porque estar apegado a las cosas, o estar apegado a ciertas
acciones o actitudes en tu vida, no te permiten ser libre, para seguir a Dios.
¿Dónde está tu corazón? O ¿dónde están tus bienes? Está tu corazón. Entonces,
una de las exigencias más grandes que tiene Jesús, es el despojo, porque el
despojo nos lleva a una verdadera libertad.
Y evidentemente,
esto no le ha gustado a este Señor, dice este hombre rico, en algún texto del
Evangelio, dice un joven rico, no le gustó. Con ánimo va donde Jesús y le dice,
¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? Esto tienes que hacer,
despojarte. Y dice, retrocedió y se fue entristecido, porque era un hombre
incapaz de despojarse.
¿Y qué nos dice
esto a nosotros? ¿Qué nos dice esto para nuestra reflexión y para nuestra vida?
Podemos pensar, quizás que estamos muy apegados a nuestros egoísmos, personas
egoístas, podría ser. ¿Cómo nos cuesta despojarnos del egoísmo? O personas
orgullosas, ¿Cómo nos cuesta despojarnos del orgullo, de nuestra soberbia? Que
en vez de llevarnos a una verdadera libertad, nos llevan a una esclavitud, en
querer aparentar, en querer creernos más que los demás. Entonces, es importante
que nosotros cuando veamos este Evangelio, que lo más importante para Jesús,
para seguir a Jesús, es saber despojarse, saber deshacernos de aquellas cosas
que nos llevan a esclavizarnos.
Y al finalizar el
Evangelio dice, les aseguro que el que se haya despojado, el que haya dejado
casa, hermanos, hermanas, padre, hijos, campos por mí y por la buena noticia,
desde ahora en adelante recibirá el ciento por uno, la vida eterna. Entonces,
hermanos, que este Dios de la vida nos ayude a cada uno de nosotros a saber
entender con sabiduría y con prudencia esta palabra de Dios, que aquellas cosas
donde está pegado nuestro corazón, no nos permite vivir en libertad y vivir en
esclavitud sólo nos lleva al sufrimiento y al dolor.
Comentarios
Publicar un comentario