El día viernes 25 de julio dio inicio la peregrinación de grupos jubilares hace el Santuario Virgen de Urcupiña como parte del programa religiosos de la festividad; en este marco el personal del Arzobispado de Cochabamba fue el encargado de iniciar las peregrinaciones a la cabeza del Arzobispo Mons. Oscar Aparicio.
Es cierto que como familia del Arzobispado hemos querido tener esta peregrinación y nos han dado el honor de iniciar también todo este camino de fe e iniciar estas peregrinaciones, pero vean que no es porque nuestra buena fama, nuestro cariño, nuestra forma de ser la hace que inicie, sino es justamente siendo los servidores, los servidores en esta Arquidiócesis, los amados por Dios en esta Arquidiócesis inician esta peregrinación. Tiene un sentido creo de verdad muy, muy profundo a la cabeza, entonces que el Arzobispado, la familia del Arzobispado, los servidores del Arzobispado puedan abrir, digamos así, el camino y la brecha. Pero por otro lado, y si nosotros nos remetimos a la primera lectura, está el hecho concreto que quien elige, quien llama es el Señor, dijo el Arzobispo durante su homilía dirigiéndose al grupo jubilar.
Mons. Aparicio explicó que el personal del Arzobispado está llamado a ser creyentes, discípulos, misioneros. No es algo paralelo a nuestro servicio, no se trata del hecho de que nosotros fuéramos simplemente profesionalmente servidores, sino somos discípulos, amados, creyentes, elegidos por Dios.
Ante todo, ante todo somos aquellos llamados por el Señor, para que por nuestra fe, todo nuestro servicio tenga mayor sentido. Yo les invito entonces, hermanos, a que podamos entrar en este espíritu. Si estamos peregrinando no es por mera costumbre, si estamos peregrinando no es para cumplir algunos ritos, si estamos peregrinando no es porque nos han dado el honor de iniciar esta peregrinación, si estamos peregrinando no es porque pertenecemos a un grupo de servidores de la Casa de Dios o la familia del Arzobispado, peregrinamos porque soy yo el que ha sido llamado, elegido ante todo y sobre todo por Dios, dijo.
El personal del Arzobispado llegó hasta el Santuario Virgen de Urcupiña con la imagen de la Virgen de Urcupiña en hombros acompañados por el grupo de acogida del Santuario y la banda del colegio Urcupiña.
Además subrayó que este año de manera particular se hizo la peregrinación al Santuario Virgen de Urcupiña para encontrar a la Virgen Peregrina, para llenarnos de esperanza también con ella. El primer apóstol, la primera misionera, la primera creyente es María.
A esto hemos venido. En esto hemos peregrinado. Para llenarnos del espíritu de María. Reconocer en la mamita de Urcupiña a nuestra madre. Y junto a ella ser peregrinos también de la esperanza en este mundo que de verdad, oye, cuánto, cuánto de anuncio de fe, de esperanza, de amor, de caridad, de defensa de la vida necesita. Nuestro servicio entonces tiene mucha más razón de ser con este acontecimiento, puntualizó.

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