Como parte de la parroquia Santa Mónica de nuestra Arquidiócesis, se encuentra la Casa de acogida, así se denomina según nos refiere la hermana Angélica, responsable de la Casa, un lugar que alberga a mujeres que han sufrido violencia, que no pueden volver a sus casas y que no tiene ningún familiar que las pueda acoger.
Las personas que llegan acá, a veces son de otros departamentos y no tienen a nadie por acá, o también son de lugares lejanos y entonces por eso las acogemos; pero por sobre todo acogemos a mujeres que han sufrido violencia, explica.
La mayoría de las mujeres que llega a la casa de acogida tiene niños y no tiene trabajo y por ende no pueden pagar el alquiler de un cuarto. Según comenta la hermana Angélica las mujeres que están en la casa, son acogidas por un cierto tiempo,…la idea es de que tengan una ayuda, ellas buscan un trabajo y luego puedan buscar el lugar donde se puedan quedar y a salir adelante por si solas.
La hermana refiere que la casa funciona más o
menos unos 30 o 40 años y que la ayuda y apoyo de la parroquia Santa Mónica es
muy importante.
La casa de acogida tiene varios espacios, como
dormitorios, cocina, patio para que los niños puedan jugar. La institución en
colaboración con la Fundación Cristo vive, ofrece también talleres de costura y
cocina para que las habitantes puedan aprender un oficio y puedan salir
adelante.
Reforzar valores y promover el entendimiento
La hermana Angélica resaltó que para evitar la
violencia dentro de la familia es importante que el varón y la mujer se
respeten mutuamente, busquen las soluciones y que no sea la solución de alguna
dificultad, la violencia, … que las mujeres se quieran, se respeten por la
unidad de la familia, concluye.


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