.. Este es el llamado fuerte hoy. También aquí en medio nuestro, que reconozcamos sinceramente que nosotros no somos los dueños de todo, ni de los hermanos, ni de los destinos de los pueblos, que podamos entrar en esta humildad, en esta sencillez, saber que no somos nada ni nadie, si no estamos afianzados a Dios, dijo el Arzobispo de Cochabamba durante la alocución de su homilía de la Misa dominical en la Catedral metropolitana de Cochabamba. Y si estamos afianzados a Dios, lo que nos mueve es el amor a los hermanos, la preocupación por los hermanos. Porque vean, al final le dice Jesús, ven, que se produzca aquello que tú quieres por tu fe. Y enseguida, el ciego queda salvado y comenzó a ver, reflexiono el prelado. Hermanos míos, la vida se enfrenta o con demasiada autosuficiencia, o ciegamente, o se enfrenta también de manera sencilla, humilde, sabiendo que necesitamos de Dios, necesitamos de los demás. El que camina por el otro lado, camina erróneamente y tarde o temprano t